Los laicos solemos tener una vida agitada e imbuida en el mundo, en la que apenas encontramos tiempo para el más que recomendable rezo de la Liturgia de las Horas. Es más, quienes buscamos un hueco para ello, no solemos ir más allá de las Laudes, Vísperas y Completas... omitiendo el resto de las Horas Menores y las clásicas Maitines u Oficio de Lectura.

 

Pues bien, aprovechando un rato que estuve delante del Sagrario, en el Monumento que le prepararon, ideando un camino para contemplar la Pasión de Señor, me vino a la mente, como un flash, una frase que no sé de donde saqué pero que, ocasionalmente, viene a mi cabeza: "a veces hay que dejar que los santos te prediquen". Sabiendo que la segunda lectura de las Maitines u Oficio de Lectura suele ser de un documento eclesial o de un santo de la Iglesia, desenfundé mi móvil y fui a ella. Me encontré con san Juan Crisóstomo esperándome con estas palabras: 

Jesús en la Cruz

"Del costado salió sangre y agua. No quiero, amado oyente, que pases con indiferencia ante tan gran misterio, pues me falta explicarte aún otra interpretación mística. He dicho que esta agua y esta sangre eran símbolos del bautismo y de la eucaristía. Pues bien, con estos dos sacramentos se edifica la Iglesia: con el agua de la regeneración y con la renovación del Espíritu Santo, es decir, con el bautismo y la eucaristía, que han brotado, ambos, del costado. Del costado de Jesús se formó, pues, la Iglesia, como del costado de Adán fue formada Eva.

 

(...) Pues del mismo modo que Dios formó a la mujer del costado de Adán, de igual manera Jesucristo nos dio el agua y la sangre salidas de su costado, para edificar la Iglesia. Y de la misma manera que entonces Dios tomó la costilla de Adán, mientras éste dormía, así también nos dio el agua y la sangre después que Cristo hubo muerto."

 

Yo, pobre de mí, creyendo ya curtido en el sentido de estos temas, aluciné en colores. Releí, saboreé y di a leer a mi esposa, que estaba al lado... tuvo la misma reacción y deleite... como yo, devoró la segunda lectura de arriba a abajo, mientras comprendía un gran misterio, un hermoso saber oculto, recién desvelado.

 

Llegados aquí, creo que no hacen falta más comentarios al respecto y espero que este regalo de San Juan Crisóstomo te haya enriquecido como un conjunto más de detalles, relaciones "prefigurales", cumplimientos proféticos, significados y sentidos que tiene la Pasión y Muerte de Cristo, y que dan cuerpo y consistencia a nuestra fe.

 

Aprovecho para  dejarte el vínculo a la lectura completa (tendrás que hacer scroll hasta llegar a la segunda lectura) y, de paso, a La Liturgia de las Horas completa para cada día, por si quieres tomar por costumbre la loable práctica de santificar el día mediante su rezo.

 

Finalmente, aprovecho, más bien aprovechamos, desde  The Fishermen para desearte a ti,  tú que estás acompañando a Jesús en su Pasión, que seas partícipe también del gozo y la gloria de su Resurrección.

 

¡Bendiciones y un abrazo en el Señor!